El tanto llegó al minuto 18, cuando João Pedro aprovechó un espacio en la frontal del área para sacar un derechazo que venció al arquero Fábio. El delantero brasileño, recientemente incorporado a las filas del club inglés, optó por no celebrar, levantando las manos en señal de disculpa ante la afición tricolor. El gesto fue aplaudido por el público, pero no cambió el rumbo del encuentro, que desde entonces ha sido dominado por los ‘Blues’.
Con el marcador a favor, el equipo dirigido por Enzo Maresca ha impuesto su estilo con una circulación precisa y presión alta. Enzo Fernández ha sido clave en la distribución del balón, mientras que Cucurella y Tosin han mostrado solidez en defensa, desactivando los intentos ofensivos de un Fluminense que lucha por no perder el rumbo. El cuadro brasileño, por su parte, ha buscado generar peligro por los costados con Guga y Renê, aunque sin demasiada claridad.
El ambiente en el MetLife Stadium ha sido intenso, con una notable presencia de hinchas brasileños que no han dejado de alentar. La ventaja parcial de Chelsea refleja su mayor orden y profundidad, pero el duelo sigue abierto. Fluminense, con la experiencia de Thiago Silva y el empuje de su medio campo, buscará revertir el marcador en la segunda mitad para mantener vivo el sueño continental.
El VAR descartó un penal a favor de Fluminense, generando una serie de comentarios en la semifinal del Mundial de Clubes, sin embargo, la decisión fue tomada como "no penal" porque la mano de Chalobah de Chelsea estaba pegada al cuerpo y el partido continúa. Era la oportunidad del elenco brasileño de igualar las acciones.
