Este sábado 28 de junio, Melgar y Alianza Lima se juegan más que tres puntos en Arequipa. El duelo, correspondiente a la jornada 17 del Torneo Apertura, puede marcar el rumbo definitivo del campeonato: ambos están en la pelea, pero un empate los dejaría mirando desde abajo cómo Universitario se despega en la tabla. En ese contexto, cada detalle importa. Y el más importante de todos llega desde el banco ‘rojinegro’: Bernardo Cuesta vuelve a la Liga 1.
Después de casi nueve meses alejado de las canchas por una compleja lesión ligamentaria y meniscal, el máximo goleador en la historia de Melgar vuelve a estar disponible para el equipo principal. Su regreso no es solo simbólico: puede ser determinante. Cuesta ya sumó minutos recientemente con la reserva en la Liga 3, dejando buenas sensaciones físicas y anímicas. Ahora, su presencia ante los íntimos está prácticamente confirmada.
El retorno del ídolo se da en un momento clave para los arequipeños. No solo por el peso específico que tiene su nombre, sino porque el equipo de Walter Ribonetto recupera también a otros dos jugadores fundamentales: Kenji Cabrera y Christian Bordacahar. Con ese tridente disponible, Melgar recupera variantes ofensivas, liderazgo y jerarquía para encarar el partido más exigente del torneo hasta ahora.
En la otra orilla, Alianza Lima llega golpeado. A pesar de sumar un punto más que los rojinegros (30 frente a 29), no termina de convencer desde lo colectivo y tendrá que reponerse a la baja de Gonzalo Aguirre, una de sus piezas de recambio más frecuentes. Además, deberá lidiar con la presión de sostenerse en la pelea frente a un rival directo que jugará con su gente en el Monumental de la UNSA.
Para Melgar, el duelo representa la oportunidad perfecta para volver a ilusionarse con el Apertura. Y para Cuesta, es la chance de reencontrarse con su lugar de siempre: el área rival. Aunque aún no se confirma si será titular, todo indica que el ‘9’ tendrá minutos importantes en este choque decisivo. Después de 257 días de espera, la pelota vuelve a rodar para él… y para la esperanza de Arequipa.
