Désiré Doué firmó una noche inolvidable en Múnich. Con apenas 19 años, el atacante del PSG fue el gran protagonista de la final de la Champions League, donde anotó dos goles y dio una asistencia en la aplastante victoria parisina sobre el Inter. Su actuación no solo quedará grabada en la historia del torneo, sino que lo consolida como el principal candidato al Golden Boy 2025.
Tres años atrás, Doué daba sus primeros pasos en el fútbol internacional al coronarse campeón del Europeo Sub-17 junto a figuras como Zaïre-Emery y Mathys Tel. Desde entonces, su evolución ha sido vertiginosa. Debutó a los 16 años con el Rennes y, a los 17, ya era titular indiscutible. Su talento llamó rápidamente la atención de gigantes europeos. Aunque el Bayern de Múnich lo quiso asegurar con un contrato a largo plazo, fue el PSG quien terminó ganando la pulseada gracias al impulso de Luis Enrique, quien vio en el joven extremo un futbolista hecho para las grandes noches.
El PSG desembolsó 60 millones de euros por su fichaje, y el tiempo le dio la razón. Aunque comenzó la temporada como suplente, Doué se ganó el puesto a base de talento, desborde y personalidad. A partir de diciembre, cuando el PSG enfrentaba dificultades en la Champions, su protagonismo creció. En Salzburgo marcó y asistió saliendo desde el banco, y desde entonces no dejó de brillar.
La campaña del PSG fue histórica, venciendo con autoridad a los clubes más poderosos de la Premier League. Y en esa gesta, Doué fue uno de los motores. Cerró la temporada con 54 partidos, 15 goles y 16 asistencias. En la final ante el Inter no solo fue elegido MVP, sino que se convirtió en el primer jugador en lograr tres participaciones de gol en una final de Champions.
El impacto de Doué ha sido total. Su gol decisivo en Anfield, la exhibición ante Aston Villa en cuartos, y la consagración en Múnich son hitos de una temporada excepcional. Superó incluso a talentos ya consolidados como Lamine Yamal en la disputa por el reconocimiento al mejor joven del torneo.
Luis Enrique lo definió con claridad tras la final: “Estos chicos no sienten la presión. Son jugadores de otra generación”. Y no es para menos. Francia tiene en Doué a una nueva joya que ya brilla en el presente y promete marcar una época. Su próxima prueba será con la selección en la Nations League ante España, en un duelo que podría confirmar su estatus como figura del fútbol europeo.
