Cielo Moya rompe récord histórico y el IPD finalmente la reconoce: entra al PAD a los 14 años

Cielo Moya no necesita presentaciones largas. Su nombre ya pesa en el agua. Y ahora, también empieza a hacerlo fuera de ella. Luego de romper la barrera de los 25 segundos en los 50 metros libres —hazaña sin precedentes en la historia de la natación peruana—, la nadadora chiclayana fue oficialmente incorporada al Programa de Apoyo al Deportista (PAD) del IPD. Lo logró sin padrinos, sin sponsors, sin más recursos que la determinación, el respaldo incondicional de su madre y una disciplina admirable.

La noticia fue confirmada este lunes 9 de Junio, en Lima. En la sede del Centro Acuático del IPD, Cielo recibió la bienvenida de parte del presidente del Instituto, Federico Tong, quien le comunicó personalmente que, a partir de ahora, contará con apoyo institucional. A sus 14 años, Cielo ya es presente, no promesa. Y esa certeza se construyó a base de resultados. En la Copa Panam Aquatics de Medellín ganó 6 medallas de oro, batió 4 récords de categoría y se clasificó tanto al Mundial Junior de Rumania como al Mundial Absoluto de Singapur. Una semana después, en el Nacional de Piscina Corta en Campo de Marte, volvió a romper sus propias marcas en cuestión de horas.

El 6 de junio marcó un antes y un después. Ese día, en las series matutinas de los 100 mariposa, cronometró 1:01.39. Por la tarde, en las finales, rompió su propio tiempo con 1:01.35. No solo eso: ganó oro absoluto en los 50 metros espalda, superando a referentes del país como Alexia Sotomayor. Y lo más impresionante: fue la primera peruana en nadar los 50 metros libres en menos de 25 segundos. Así, se convirtió en la nadadora más rápida de la historia del Perú.

Los números abruman. Cuatro récords nacionales por la mañana. Cuatro más por la tarde. Tres medallas de oro y tres de plata en categoría absoluta. Y un total de seis oros en categoría Juvenil A. Pero detrás de todo eso hay algo más poderoso: una historia de constancia sin recursos, de entrenamientos sostenidos por amor familiar y convicción.

El ingreso al PAD representa una conquista fuera del podio. El reconocimiento de un Estado que, aunque tardío, finalmente entiende que hay talentos que no pueden seguir esperando. Y lo hace justo cuando la figura de Cielo empieza a tomar forma olímpica. Lima 2027, Los Ángeles 2028. Son sueños posibles, pero también desafíos que ahora podrán ser enfrentados con respaldo técnico, económico y logístico.

El impacto no es solo personal. Su hermana Ariana Sayurí también brilló en el Nacional con seis marcas personales y tres medallas en pruebas de espalda y libre. Ambas compartieron finales absolutas, abriendo el camino para una generación que ya no necesita soñar con Lima desde lejos, porque nada con ella.

Cielo regresará a Chiclayo como una campeona. No solo es la reina de la piscina: es un mensaje en carne viva de lo que puede lograr una niña cuando cree en su talento y su familia decide creer con ella.