Para nadie es un secreto que la selección argentina de fútbol está llamada a convertirse en la próxima campeona del mundo, al menos, es candidata y por tanto, el sueño de millones de albicelestes se mantiene latente.
Hoy en el estadio 974 de Qatar, el cuadro dirigido por Lionel Scaloni supo manejar los tiempos ante Polonia y lograr su pase a octavos de final.
Messi no estuvo fino y falló un penal, justo cuando se necesitaba poner calma a los niveles de ansiedad, que datan desde aquel amargo debut ante Arabia Saudi, en el que los albicelestes perdieron por 2-1.
El gol de Mc Allister lo cambió todo, le dio esperanza, vigencia al equipo sudamericano. Más adelante Álvarez ratificaba que esta era la argentina que todos queremos ver.
Un 2-0 claro, sin atenuantes ante una Polonia, que a pesar de tener jugadores importantes, cayó en el juego argentino.
Ahora viene lo bueno. Los octavos de final, Argentina chocará ante Australia este sábado y no puede pecar de confiada, no puede pasarle lo del debut.
Argentina debe comprender que los partidos hay que jugarlos, primero. La celebración vendrá después.